Invertir en inmuebles de alquiler vacacional

El alquiler vacacional es un sistema de contratación de la vivienda por el cual los propietarios la alquilan a otras personas durante los periodos que no la utilizan, o directamente desean comercializarlo para obtener unas ganancias. Se trata habitualmente de una segunda casa, realizándose la operación en los periodos de mayor demanda ocupacional, que corresponden a? los meses vacacionales. Durante el verano o en otras temporadas de mayor afluencia turística, incluso en fines de semana.

Este tipo de alquiler se ha popularizado entre los viajeros, lo que ha hecho aumentar las inversiones en inmuebles para dedicarlos a este menester. Un caso especial es el de Mallorca y Baleares en general, de hecho las inmobiliarias de Mallorca han visto incrementado la demanda de viviendas para destinarlas a este fin. La gran afluencia de turistas en las Islas Baleares durante los últimos años ha propiciado un aumento exponencial de la oferta de vivienda vacacional, generando a la vez las protestas de algunos sectores de la hostelería sobre todo por la falta de una regulación clara del sector.

Cualquier clase de inmueble habitable puede ser objeto de esta transacción. Desde las viviendas urbanas a los apartamentos en línea de playa, pasando por casas rurales, chalets, estudios, etc, si bien cada región o comunidad autónoma puede tener una regulación diferente al respecto. En todos los casos se trata de una operación que puede ser muy rentable para los dueños, ya que los periodos en que formalizan el alquiler corresponden a la temporada alta con lo que los precios son más elevados, aunque para obtener una rentabilidad aceptable es necesario tener un mínimo de ocupación anual.

Inversión inmobiliaria para el alquiler vacacional

Para realizar esta estrategia con la vivienda se necesita realizar una inversión mínima a través de la compra de la propiedad inmobiliaria, que irá en función de las características del inmueble que se desea comercializar bajo este régimen de ocupación. A partir de un desembolso inicial en torno a 30.000 euros para un apartamento en el litoral podrá conseguirse retornos en el patrimonio que oscilan entre el 5% y el 30%. En dependencia de su ubicación y de la temporada en que se formaliza el alquiler.

Se trata de una fórmula explorada por cada vez más propietarios que ven este sistema como una alternativa de inversión frente a otros activos financieros. No en vano, la rentabilidad del alquiler vacacional supera en estos momentos a los rendimientos generados por los principales productos para el ahorro (depósitos a plazo, pagarés bancarios, etc.) o la inversión (bolsa o fondos). Con beneficios en torno al 0,50% y el 6%, respectivamente.

El abaratamiento que han experimentado las hipotecas últimamente está potenciando el desarrollo de la inversión en inmuebles para destinarlos gran parte del año al alquiler de viajeros. Si bien la inversión parece muy rentable a primera vista se debe estudiar bien la operación, ya que el mercado empieza a estar saturado en algunos destinos y en la mayoría de ellos se trata de una oferta temporal, reduciéndose en algunos casos a los meses de verano. Por eso si uno tiene que hacer una hipoteca para poder llevar a cabo la inversión es altamente recomendable estudiar bien la operación y su posible rentabilidad. En este punto puede ser de gran ayuda un agente inmobiliario.