Por fin ha llegado el momento que tanto deseabas: ¡la independencia! Estás planteándote adquirir una vivienda y entre las mil y una dudas que surgen está el eterno dilema entre comprar o alquilar. Para decidirte, no debes pasar por alto los muchos beneficios emocionales de comprar una casa. 

Adquirir una casa en propiedad es una decisión importante y debería ser un acto racional. Pero el ser humano se deja llevar en muchas ocasiones por los sentimientos, que a veces resultan incontrolables.

Como expertos en servicios inmobiliarios en Mallorca, vamos a intentar ayudarte desde una perspectiva más personal que económica. Con la ayuda de un consultor inmobiliario tendrás la tranquilidad de estar tomando tu decisión con todos los sentidos y de la manera adecuada. La compra de una casa puede ser muy estresante, sí, pero… ¿y lo satisfactorio que resulta al final? 

Sensación de bienestar y felicidad

Para el ser humano la acción de comprar está directamente conectada con la emoción de la felicidad. Adquirir una vivienda en propiedad por primera vez proporciona una sensación de bienestar y felicidad. Por fin hemos logrado uno de nuestros sueños por el que seguramente hemos luchado durante mucho tiempo.  

El comprar una casa, nuestra casa, nos llena de felicidad. No hay más que preguntarle a cualquiera qué haría si le tocase la lotería, la mayoría de las personas incluirán en una de sus tres primeras prioridades el comprarse una nueva casa.

Tuya y solo tuya

Se trata de tu propiedad. Puedes pintarla, taladrarla, tener un mono rebelde, lo que quieras. Se trata de tu dominio, tus reglas y podrás olvidarte de vivir con miedo de que se rompa algo y quedarte sin la fianza. Nada de pedir permiso constantemente para cambiar el más mínimo detalle. ¡Libertad!

Tranquilidad

Dejarás atrás esa presión a la hora de renovar el contrato de alquiler. Ya no te afectará que haya un  casero que te suba el precio o que simplemente quiera echarte para convertir tu hogar en un piso turístico . Eso ya no va a suceder más, porque se tratará de tu casa y nadie podrá echarte de allí.

Todo un logro

En estos tiempos, poder permitirse una vivienda en propiedad es casi un lujo. Emocionalmente se trata de conseguir una meta trazada mucho tiempo atrás. La sensación de satisfacción es inigualable. También la de estabilidad , ya que de ahí no te vas a mover en un buena temporada. No más mudanzas  ni extenuantes búsquedas. 

Al comprar una casa estamos buscando "mi lugar ideal" sobre el que "construir mi futuro”,  uno de los primeros objetivos a la hora de materializar las aspiraciones y sueños personales.

Inversión

No sólo compramos algo porque sea un buen negocio, también lo hacemos porque nos gusta. Pero no olvides que tener patrimonio inmobiliario es un valor seguro. Puedes contar con ello en época de vacas flacas ya que una vivienda va a ser siempre un valor al alza.

Como ves, con todos estos beneficios emocionales comprar una casa se hace más sencillo tomar una decisión. Sea cual sea, disfrútala con salud.

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